El Señor nos invita a un banquete (3), una de las imágenes favoritas de los tiempos mesiánicos (1). Se pone este banquete ante nosotros (Sal) y puede satisfacer plenamente nuestras necesidades (2); sin embargo, ¿Cuántas veces hemos rechazado la invitación del Señor a compartir las riquezas preparadas para nosotros (3)? Is 25:6-10a; Sal 22:1-6; Flp 4:12-14, 19-20; Mt 22:1-14