Ustedes han sido salvados por la gracia de Dios en la persona de Jesucristo (2). Por tanto, no teman a quienes pueden quitarles su vida mortal (3), pues el Señor los protegerá y los defenderá (1, Sal) para llevarlos a la vida eterna. Jr 20:10-13; Sal 68:8-10, 17, 33-35; Rom 5:12-15; Mt 10:26-33