Saulo da testimonio del Jesus resucitado y proclama abiertamente que Jesus es el Señor (1). Nosotros proclamamos que creemos en Jesus amándonos los unos a los otros (2). Él es la vid y nosotros los sarmientos (3). Alabemos juntos su nombre en nuestra asamblea de culto (Sal). Hch 9:26-31; Sal 21:26-27, 28, 30, 31-32; 1 Jn 3:18-24; Jn 15:1-8